Durante la década de los 80, Enrique “Kiki” Camarena se desempeñaba como agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) y tenía como misión desmantelar al Cártel de Guadalajara. Fue el primer grupo criminal en México que se desempeñó en el trasiego de drogas, principalmente a Estados Unidos.
Camarena logró reportar los pasos de los integrantes del grupo criminal, como lo eran Rafael Caro Quintero, alias El Príncipe, y Miguel Ángel Félix Gallardo, alias el Jefe de Jefes.

Rafael Caro Quintero
Camarena realizó un trabajo encubierto en el país, reportando las actividades de los narcotraficantes y contribuyendo con información clave para los operativos en su contra. Sin embargo, tras un importante decomiso de marihuana en 1984, el agente de la DEA y el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar fueron secuestrados y posteriormente asesinados, en un hecho que marcó la relación bilateral entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico.

Enrique “Kiki” Camarena
El 7 de noviembre de 1984, elementos del Ejército Mexicano destruyeron varias hectáreas de cultivos de marihuana en el rancho El Búfalo, ubicado en el municipio de Allende, Chihuahua. Este golpe al crimen organizado fue producto de la información recopilada por Camarena. Como represalia, el agente y el piloto fueron secuestrados por el Cártel de Guadalajara. De acuerdo con los informes forenses Camarena fue torturado durante al menos dos días y que además hubo asistencia médica para evitar que muriera. De acuerdo con el reporte de la autopsia, las causas de muerte fueron traumatismo craneoencefálico y asfixia por sofocación.
El cuerpo del “Kiki” y el del piloto Alfredo Zavala Avelar fueron encontrados el 6 de marzo de 1985 por un vecino de la comunidad de Angustura, Vista Hermosa, Michoacán.
Rafael Caro Quintero, considerado uno de los principales responsables de este crimen, fue extraditado a Estados Unidos el 27 de febrero junto con otros 28 narcotraficantes. Hoy 28 de febrero, el capo comparecerá ante un juez en el tribunal federal de Nueva York, enfrentando diversos cargos, entre ellos el asesinato de Enrique Camarena. Su captura y extradición representan un nuevo episodio en la lucha contra el narcotráfico y la búsqueda de justicia por uno de los casos más notorios de los últimos 40 años.

¿Quién fue Enrique ‘Kiki’ Camarena?
Enrique Camarena nació el 26 de julio de 1941 en Mexicali, Baja California, y posteriormente se naturalizó como ciudadano estadounidense. Tras servir en el cuerpo de Marines, desempeñó diversas funciones como bombero, policía y, finalmente, agente de detección de narcóticos en la DEA. A inicios de los años 80, fue asignado a México con la misión de infiltrarse en el Cártel de Guadalajara y reportar sus movimientos.
Gracias a su trabajo encubierto, se logró rastrear y documentar las operaciones del cártel, lo que derivó en el histórico decomiso de 8,500 toneladas de marihuana en el rancho El Búfalo. Este operativo representó un golpe millonario para la organización criminal y fue la causa directa de su captura y asesinato. La muerte de Camarena provocó tensiones diplomáticas entre México y Estados Unidos, lo que llevó a la implementación de medidas más estrictas contra el narcotráfico en el país.
Desde entonces, la figura de Enrique Camarena ha sido reconocida como un símbolo en la lucha contra el crimen organizado. Su historia ha sido documentada en diversas producciones audiovisuales y continúa siendo un referente en la estrategia antinarcóticos de la DEA. A pesar del tiempo transcurrido, su asesinato sigue siendo un tema de interés y una muestra de los riesgos a los que se enfrentan quienes combaten el narcotráfico.
La captura y extradición de Caro Quintero es un intento de hacer justicia por este crimen, aunque para muchos, el daño causado por la violencia del narcotráfico en México es irreparable. Con su comparecencia en Nueva York, se abre un nuevo capítulo en la historia de este caso, que aún resuena en la memoria de ambos países.
El legado de Enrique Camarena sigue vigente en la DEA y en la lucha contra el crimen organizado, recordando el alto costo que conlleva enfrentar a los cárteles de la droga en México. Su trabajo sentó las bases para futuras investigaciones y operativos que buscan erradicar la violencia generada por el narcotráfico.