Los habitantes de Río Grande están cada vez más preocupados por el alarmante desperdicio de agua potable en la ciudad, un recurso vital y limitado que podría agotarse en un futuro cercano.
Los residentes señalan que la ciudadanía no valora adecuadamente este recurso, lo que resulta en un desperdicio constante. Un ejemplo de este problema es el hábito de dejar abiertas las llaves de agua durante horas mientras se espera el suministro, lo que provoca una gran pérdida de agua potable.
Este problema se ve agravado por la irregularidad en el suministro de agua, que llega en horarios inadecuados para el consumo. La gente se ve obligada a mantener las llaves abiertas, contribuyendo al desperdicio innecesario. Los Riograndenses advierten que este comportamiento no solo afecta a la ciudad en la actualidad, sino que también compromete el futuro de las próximas generaciones, que podrían enfrentar una grave escasez de agua potable. Los residentes exigen medidas urgentes para abordar esta situación, incluyendo campañas de concientización sobre la importancia del ahorro de agua y la implementación de sistemas de distribución más eficientes. También solicitan una mayor responsabilidad por parte de las autoridades y de la ciudadanía para evitar el desperdicio y asegurar un suministro sostenible de agua potable para el futuro. La situación es crítica y requiere acción inmediata para proteger este recurso vital.
Con información de Manuel Zamora
