La Catedral Basílica Menor de Durango, México, fue el escenario del solemne acto de ordenación sacerdotal del diácono Luis Alan Flores Aparicio, originario de Río Grande. El evento tuvo lugar en un ambiente de gran emoción y espiritualidad, con la presencia de autoridades eclesiásticas, familiares y feligreses que acudieron a acompañar al nuevo sacerdote en este importante paso en su vida.
El Excmo. Sr. Arzobispo Don Faustino Armendáriz Jiménez, fue el encargado de imponer las manos y realizar la oración consecratoria, en un ritual lleno de significado y tradición. La imposición de manos es un gesto que simboliza la transmisión de la autoridad y el poder espiritual, y la oración consecratoria es la plegaria que solicita la gracia del Espíritu Santo para que el nuevo sacerdote pueda cumplir con su misión.
La emotividad del momento fue palpable cuando los papás y familiares de Luis Alan Flores Aparicio se acercaron a abrazarlo y felicitarlo, visiblemente orgullosos de su logro. También estuvieron presentes muchos feligreses que han seguido su camino espiritual y que se sintieron honrados de poder compartir este momento con él.
Con información de Manuel Zamora