Con la llegada del mes de mayo, en el municipio de Río Grande, Zacatecas, comienzan los preparativos para las tradicionales fiestas patronales. Estas celebraciones son una parte fundamental de la identidad cultural del municipio, donde la población participa con entusiasmo en danzas, procesiones, misas, música y otras actividades que honran a los santos patronos de cada comunidad.
Sin embargo, una de las costumbres que acompaña estas festividades —el uso de cohetes y fuegos pirotécnicos— ha comenzado a generar preocupación entre un sector de la ciudadanía, especialmente entre quienes cuidan de animales de compañía como los perros.
Los estruendos provocados por los cohetes afectan gravemente a muchos animales, que tienen un oído mucho más sensible que los humanos. Durante estas fechas, es común que se presenten episodios de ansiedad, miedo extremo, e incluso pérdidas o accidentes de mascotas que huyen desorientadas por el ruido.
Con información de Manuel Zamora
