Eusebio Esquivel fue un minero quien comenzó la devoción del niño Dios hace más de 20 años, tras su muerte la tradición fue heredado a sus hijas e hijos, el niño minero comúnmente conocido por su ubicación en las a fueras de la antigua zona minera denominada Tocayos.
El niño minero es considerado por los vecinos de las inmediaciones como milagroso, por ello durante cada 24 de diciembre y 30 de abril es celebrado por sus devotos, además durante todo el año es visitado en busca de la conciliación de un milagro.
Con información de Minerva Gutiérrez/Oscar Fernández