Héroes de cuatro patas: el alma canina de la Guardia Nacional - B15 Digital

Héroes de cuatro patas: el alma canina de la Guardia Nacional

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ESPECIAL/MAS Comunicación

En el Campo Militar No. 1, al poniente de la Ciudad de México, se forjan silenciosamente algunos de los binomios más eficaces en la lucha contra el crimen: los agentes caninos de la Guardia Nacional. Aquí, más de 150 perros son entrenados con disciplina y cuidado para detectar drogas, explosivos, papel moneda y hasta rescatar personas en situaciones de desastre.

Bajo el mando de instructores como los agentes Juan Diego Romero Ruiz y Diana Ruiz Rodríguez, cada uno de estos canes recibe un adiestramiento especializado que no solo exige precisión, sino también una profunda conexión emocional con su manejador.

El Inicio

El proceso de formación comienza desde que los perros son cachorros. A cada uno se le realiza una evaluación de temperamento y nivel de impulso de presa. Según sus características, se les destina a distintas especialidades: detección de enervantes, explosivos, búsqueda y rescate o guardia y protección. 

Los pastores belga malinois son los favoritos, por su energía, agilidad y concentración. “Tienen un temperamento muy alto, mucho impulso y eso nos ayuda mucho en el trabajo”, explica el instructor Romero Ruiz.

Los perros entrenados para detección de narcóticos pueden identificar cocaína, fentanilo, marihuana y heroína. Su adiestramiento incluye ocho meses de socialización y cuatro de formación especializada, y una vez en activo, requieren constante entrenamiento para mantener su olfato afinado. 

“El aroma tiene que permanecer activo en su memoria”, señala Romero. La rutina diaria se basa en lapsos cortos de trabajo —20 minutos de actividad por 40 de descanso— para evitar fatiga física o mental, y se lleva a cabo de 8 de la mañana a 1 de la tarde.

Vínculo Hombre-Can

Una parte crucial del éxito de estos canes radica en el vínculo con su manejador. “El perro no trabaja por imposición, sino por conexión. El juego, la comida, el tiempo compartido… todo eso construye una relación que se traduce en resultados operativos”, explica la agente Diana Ruiz. 

Si el perro es separado de su guía, puede resentirlo emocionalmente; sin embargo, gracias a un sistema rotativo de entrenamiento, los canes pueden adaptarse a nuevos manejadores si es necesario.

La misión

Una vez concluidos sus cursos, los binomios son desplegados en aeropuertos, aduanas, carreteras y zonas estratégicas del país. Sus resultados han sido determinantes: han participado en importantes decomisos de droga y papel moneda, y han servido como apoyo disuasivo en operativos de seguridad. 

Aunque aún son pocos los perros destinados a guardia y protección —actualmente sólo desplegados en el Estado de México—, su presencia representa un refuerzo clave en tareas de vigilancia e intervención.

Canes Especializados

El entrenamiento varía ligeramente según la especialidad. Por ejemplo, los canes que detectan explosivos reciben el mismo condicionamiento que los de drogas, pero su entrenamiento de marcaje es mucho más cuidadoso, para evitar cualquier error ante un artefacto. Este trabajo exige un grado superior de precisión y control, tanto del perro como de su guía.

Más allá de su labor operativa, los perros de la Guardia Nacional también están preparados para actuar en desastres naturales y otras emergencias. 

“Estamos listos para apoyar a México en cualquier situación”, asegura el agente Juan Diego Romero. En cada uno de estos animales hay fuerza, disciplina y sensibilidad, cualidades que los convierten en verdaderos héroes de cuatro patas, guardianes incansables al servicio del país.

FGA/MAS Comunicación-

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