Durante los primeros diez meses de 2024, el Estado de México lideró la generación de empleo formal en el país, sumando 112,646 nuevos puestos registrados en el IMSS, lo que representó el 18.9% del total nacional. Le siguieron Nuevo León con 104,529 empleos, la Ciudad de México con 67,201, Jalisco, y Guanajuato. En contraste, cinco entidades registraron pérdidas de empleos formales: Campeche, Morelos, Zacatecas, Sinaloa y Tabasco.
A nivel nacional, se crearon 594,556 empleos formales entre enero y octubre, la cifra más baja desde 2013, excluyendo 2020, año de la pandemia. Este escenario genera preocupación por la posibilidad de un estancamiento económico, según Banco Base.
El Estado de México destacó por su liderazgo en los sectores de transporte y comunicaciones, así como su participación en comercio, servicios, manufactura y construcción. Nuevo León se posicionó en segundo lugar gracias a su fortaleza en la industria de la transformación. Por su parte, la Ciudad de México ocupó el tercer lugar, destacando en las industrias extractivas, comercio y servicios.
En el lado opuesto, Tabasco registró la mayor pérdida de empleos, con 18,121 plazas menos, principalmente debido a la conclusión de la refinería Dos Bocas. Esto pone en alerta a estados con proyectos de infraestructura en desarrollo, como el Tren Maya, ante posibles caídas similares. Sinaloa perdió 9,064 empleos por la temporalidad agrícola, mientras Zacatecas, Morelos y Campeche enfrentaron bajas por debilidad en sectores clave como la construcción, comercio y actividades primarias.
La incertidumbre económica generada por el cambio de gobierno y factores internacionales, como la postura de Donald Trump hacia México, agrava esta desaceleración en la creación de empleo, a pesar de que la tasa de desempleo alcanzó mínimos históricos a inicios de 2024. La dependencia de la infraestructura como generadora de empleos plantea un desafío a largo plazo para mantener el crecimiento del empleo formal.
Fuente: El Economista