Redacción/MAS Comunicación
Con el objetivo de cumplir con los compromisos asumidos en el Tratado de Aguas Internacionales de 1944, México y Estados Unidos acordaron un conjunto de medidas técnicas para mitigar el potencial faltante en las entregas de agua correspondientes al actual ciclo de cinco años, que concluye el 24 de octubre de 2025.
A través de un comunicado conjunto, las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) Agricultura, Medio Ambiente, aseguran que dichas medidas permitirán mantener el compromiso bilateral sin comprometer el consumo humano ni las actividades agrícolas en territorio mexicano.
El acuerdo entre ambos países se fundamentó en amplios análisis técnicos de la disponibilidad de agua en la cuenca del río Bravo. México aseguró que, incluso en escenarios de baja precipitación, se garantizará el consumo humano y el cumplimiento de los ciclos agrícolas.
Asimismo, se acordó que el Tratado de 1944 no está sujeto a revisión, reafirmando así el compromiso de ambas naciones con los principios establecidos hace más de 80 años.
De acuerdo con los análisis, en el periodo de mayo a octubre de 2025, México podría asignar entre 400 y 518 millones de metros cúbicos (Mm³) de agua a Estados Unidos, dependiendo de las lluvias registradas durante ese lapso.

Este volumen, provendrá de diversas fuentes: la presa Internacional La Amistad, seis tributarios mexicanos del Río Bravo, el río San Juan (de manera extraordinaria) y la presa Luis L. León.
Como parte del acuerdo, se realizarán reuniones anuales de evaluación para revisar las condiciones de la cuenca y ajustar las medidas conforme a las necesidades. Además, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) continuará supervisando la implementación del plan y monitoreando la evolución de la cuenca, con el objetivo de evitar que el potencial faltante se convierta en el mayor registrado desde la firma del Tratado.
Estas medidas, aunque significativas, son considerablemente menores en comparación con acciones tomadas en ciclos anteriores como el 27 (2002-2007), donde México tuvo que cubrir un faltante acumulado de más de 3,700 Mm³. Con la estrategia actual, se busca no solo cumplir con las obligaciones del ciclo 36, sino también preparar condiciones más favorables para los compromisos del próximo periodo, protegiendo siempre el abasto de agua para la población mexicana.
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