El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acepta en principio la iniciativa estadounidense, que contempla una tregua, la retirada de tropas y la supervisión internacional para garantizar la paz.
Estados Unidos. – Israel y Líbano se encuentran a un paso de alcanzar un acuerdo de alto el fuego después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, haya dado su visto bueno a una propuesta presentada por Estados Unidos, lo que marca un avance significativo en las negociaciones. La propuesta fue elaborada por el mediador estadounidense Amos Hochstein y se presentó la semana pasada durante una visita a la región.
La iniciativa, que busca poner fin a las hostilidades entre Israel y Hezbollah, incluye un plan de tres fases. Primero, se implementaría una tregua seguida de un repliegue de las fuerzas de Hezbollah al norte del río Litani. En segundo lugar, se contempla la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano. Finalmente, se abrirán negociaciones entre ambos países para definir los límites de la frontera, actualmente determinada por la ONU tras la guerra de 2006.
En este contexto, una fuente cercana a las conversaciones aseguró que “se han logrado progresos significativos” y que las partes están más cerca que nunca de un acuerdo que podría poner fin a semanas de intensos enfrentamientos. El conflicto ha dejado ya más de 3.750 muertos y más de 15.600 heridos en Líbano, según el Ministerio de Salud libanés.
La propuesta también contempla la creación de un organismo internacional encabezado por Estados Unidos, el cual se encargaría de supervisar el cumplimiento de la tregua, con la participación de actores internacionales como el Reino Unido, Alemania y Francia.
A pesar del avance, las tensiones continúan siendo elevadas. Los ataques aéreos israelíes sobre el sur de Beirut, que incluyen la destrucción de edificios en la zona de Tayouneh el 25 de noviembre, siguen siendo una realidad constante, mientras que en Líbano persiste la amenaza de una escalada más amplia. La situación sigue siendo incierta, pero la diplomacia estadounidense parece haber dado un impulso crucial hacia la paz en la región.
La intervención de EE.UU. en este proceso es clave. Aunque el gobierno del presidente Joe Biden ha sido firme en su apoyo a Israel, también ha instado a un alto el fuego inmediato para evitar una guerra regional. La administración estadounidense ha ajustado su enfoque, reconociendo las complejidades del conflicto y las diferentes dinámicas en juego, como el involucramiento de actores como Irán, que apoya a Hezbollah.
En resumen, Israel y Líbano están más cerca que nunca de alcanzar una resolución, pero los próximos días serán decisivos para determinar si la diplomacia puede poner fin a un conflicto que ha dejado una huella devastadora en ambos países.