Una nueva escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China comenzó esta semana, luego de que el presidente Donald Trump anunciara la imposición de aranceles acumulativos de hasta el 245% sobre ciertas exportaciones chinas. Esta decisión fue calificada por el gobierno chino como un acto de “total irracionalidad” y una muestra del uso arbitrario de las tarifas comerciales con fines políticos.
La medida llega pocos días después de que China suspendiera las exportaciones de una amplia gama de minerales raros e imanes, elementos clave para sectores estratégicos como el automotriz, aeroespacial, de semiconductores y la defensa. Esta acción puso en alerta a países de todo el mundo, especialmente a Estados Unidos, que depende en gran parte de estos insumos para su desarrollo tecnológico y militar.
El propio Trump había admitido que una «dependencia excesiva» de minerales críticos extranjeros y sus productos derivados podría poner en peligro las capacidades de defensa Estados Unidos, así como el desarrollo de infraestructura y la innovación tecnológica.
«Estados Unidos sigue dependiendo en gran medida de fuentes extranjeras, en particular de naciones adversarias, para obtener estos materiales esenciales, lo que expone la economía y el sector de defensa a interrupciones en la cadena de suministro y a coerción económica«, reconoció la Casa Blanca.
En respuesta, el Ministerio de Comercio de China declaró que el argumento de Washington sobre la necesidad de proteger su seguridad nacional es solo un “pretexto” para aplicar aranceles de forma injustificada. “Esto demuestra cómo Estados Unidos ha instrumentalizado las tarifas comerciales de manera totalmente irracional”, aseguró un portavoz del gobierno chino.
China también advirtió que tomará contramedidas si la administración estadounidense continúa con la imposición de estos aranceles. El gobierno de Pekín dejó en claro que está dispuesto a dialogar, pero únicamente si Estados Unidos abandona lo que consideran amenazas y chantajes económicos. “Responderemos hasta el final si es necesario”, declaró el vocero.
La orden ejecutiva firmada por Trump el martes instruye al secretario de Comercio a iniciar una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. El objetivo es determinar si las importaciones de minerales críticos ponen en peligro la seguridad nacional. En caso afirmativo, el presidente podrá imponer aranceles sustitutivos a los que ya se han aplicado bajo acuerdos recíprocos con los socios comerciales de EE.UU.

¿Cómo la guerra comercial está intensificando la lucha por los minerales críticos?
Las compañías petroleras dedicaron más de un siglo a desarrollar una vasta red industrial para extraer, refinar y distribuir sus productos a clientes de todo el mundo. Obtener los materiales necesarios para construir una economía alternativa con menos emisiones de carbono presenta nuevos desafíos.
China ha abordado esta cuestión con éxito durante más de una década, lo que la convierte en el líder indiscutible de los “minerales críticos” utilizados en equipos como baterías de vehículos eléctricos, paneles solares e imanes de turbinas eólicas.
Si otras naciones quieren tener la oportunidad de desafiar su dominio en estas tecnologías limpias, necesitan ponerse al día rápidamente. La competencia se ha vuelto más urgente ahora que China está frenando las exportaciones de varios minerales críticos, en particular las tierras raras utilizadas en las industrias de defensa y energía, en respuesta a la escalada de la guerra comercial del presidente estadounidense Donald Trump.