Marruecos.- Zonas del desierto del Sahara continúan inundadas tras las intensas lluvias que azotaron Marruecos, Argelia, Túnez y Libia durante el mes de septiembre, un fenómeno extremadamente raro en esta árida región. Estas lluvias, inusuales para finales del verano, provocaron inundaciones y la sorprendente recuperación de un lago que había estado seco por cinco décadas. Las precipitaciones han dejado huella en áreas que generalmente no ven tal cantidad de agua durante todo el año.
Lluvias inundan el desierto del Sahara
— Gamavisión Noticias (@gamavisionmx) October 11, 2024
Abundantes precipitaciones causaron inundaciones en varias zonas del desierto del Sahara al sureste de Marruecos.
La tormenta extratropical dejó hasta 100 milímetros de agua lo que llenó el lago Iriqui tras pasar 50 años seco.… pic.twitter.com/kaqDthyEF6
Entre el 7 y 8 de septiembre, un ciclón extratropical atravesó el noroeste del Sahara, descargando más de 200 milímetros de lluvia en algunas zonas, según un análisis satelital preliminar de la NASA. Esta cifra equivale a la cantidad de agua que suele caer en todo un año en la región, lo que ha generado una situación sin precedentes en casi medio siglo. La NASA también ha compartido imágenes satelitales que muestran la recuperación del lago Iriqui, ubicado entre Zagora y Tata, que había permanecido seco desde hace 50 años.
🛰️ Imágenes de la NASA revelan la formación de lagos en el Sáhara tras las intensas lluvias de septiembre. Estos cuerpos de agua, visibles en zonas como el Parque Nacional Iriqui en Marruecos, resaltan la magnitud de este evento extraordinario 🧵
— Fénix Canarias (@FenixCanarias) September 21, 2024
Comparativa Agosto-Septiembre pic.twitter.com/rzX4WZfsqs
Si bien este fenómeno alimentará las reservas de los mantos acuíferos de la región, proporcionando alivio a las comunidades que dependen de ellos tras seis años de intensa sequía, las lluvias también han tenido efectos devastadores. En Marruecos y Argelia, el agua ha dejado más de 20 muertos debido a inundaciones en dunas y oasis, además de daños significativos en cultivos y propiedades.
Las lluvias en esta zona del Sahara, afectada por largos periodos de sequía, son un recordatorio del impacto impredecible del cambio climático. Mientras que algunas comunidades podrán beneficiarse de la recarga de agua, la magnitud de las lluvias también ha causado pérdida de vidas y destrucción de recursos agrícolas, complicando aún más la vida en esta árida región.
El desierto suroriental de Marruecos es uno de los lugares más áridos del mundo y no suele tener lluvia al final del verano. Las tormentas provocaron las precipitaciones más fuertes en varias décadas y dejaron imágenes espectaculares de agua abundante fluyendo entre las arenas del Sahara.
A medida que los fenómenos meteorológicos extremos se vuelven más comunes debido al calentamiento global, expertos están preocupados porque en el futuro podrían ocurrir tormentas similares en el Sahara.