La boxeadora argelina Imane Khelif, ganadora de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París, ha sido seleccionada como la tercera mejor deportista femenina del año por la agencia Associated Press (AP). Sin embargo, esta decisión ha desatado un intenso debate en redes sociales, donde su género y condición de hiperandrogenismo han vuelto a ser el centro de la polémica.
El reconocimiento de AP posicionó a Khelif detrás de la jugadora de baloncesto estadounidense Caitlin Clark y la gimnasta olímpica Simone Biles, pero para muchos su inclusión ha sido cuestionable. Grupos como XX-XY Athletics, que abogan por la equidad en el deporte femenino, expresaron su inconformidad con comentarios como “Tenemos trabajo por hacer, amigos”, poniendo en duda la legitimidad de su lugar en el ranking.
Khelif ha enfrentado críticas constantes desde su participación en los Juegos Olímpicos, donde destacó por su desempeño deportivo. En noviembre, un periodista francés publicó un informe médico sobre Khelif en el que se recoge que la boxeadora sufre deficiencia de 5 alfa-reductasa, un trastorno del desarrollo sexual, y que la propia boxeadora se habría sometido a una resonancia magnética que determinó que no tenía útero y sí testículos internos, además de un micropene.
Pese a la controversia, Khelif ha continuado defendiendo su lugar en el deporte y ha denunciado la filtración del informe médico, calificándolo como una violación a su privacidad. La atleta se ha mantenido firme en su postura de competir en la categoría femenina, destacando que su enfoque principal sigue siendo el deporte.
Los Juegos Olímpicos querían que creyeras que se trata de una MUJER.
— 🌐EL GRAN DESPERTAR🌐 (@destapandolose1) December 26, 2024
A Imane Khelif se le permitió golpear a las mujeres
Aquellos que se opusieron a la injusticia fueron llamados "racistas".
Ahora, los informes médicos revelan que Imane Khelif es, de hecho, un HOMBRE.🎯 pic.twitter.com/iSgX1DurUB
La polémica entorno a Imane Khelif refleja un debate más amplio sobre las condiciones biológicas en el deporte de alto rendimiento y la equidad en las competiciones femeninas. Mientras tanto, la boxeadora argelina sigue siendo una figura central en este complejo diálogo global sobre género, ciencia y deporte.
