En la pequeña comunidad de Agua Zarca, ubicada cerca de San Jerónimo, viven alrededor de 40 personas que enfrentan una dura realidad: no cuentan con servicios básicos como drenaje, calles pavimentadas ni agua potable.
El delegado municipal, Javier Ortega Fraire, explicó que las familias sobreviven gracias al trabajo en el campo y al uso de una noria para abastecerse de agua, pero las condiciones de salubridad se agravan, especialmente durante la temporada de calor, debido al uso de letrinas y la acumulación de residuos.

Otra de las grandes pérdidas para la comunidad fue la escuela local, que cerró sus puertas luego de que varias familias migraran hacia San Jerónimo en busca de mejores condiciones de vida. Ortega Fraire hizo un llamado urgente a las autoridades para que atiendan las necesidades más apremiantes de Agua Zarca, como la instalación de un sistema de drenaje y la mejora del acceso al agua, ya que las condiciones actuales afectan la salud y el bienestar de los habitantes. A pesar de contar con alumbrado público, los pobladores siguen esperando una respuesta concreta que les permita mejorar su calidad de vida.