El relleno sanitario de Fresnillo enfrenta una crisis ambiental debido a la acumulación de cerca de 170,000 toneladas de basura que no han sido sepultadas adecuadamente.
La falta de maquinaria ha impedido que los residuos sean compactados, lo que ha resultado en la expansión de la basura a zonas cercanas, afectando el entorno natural.
A pesar de la clausura por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), los desechos siguen siendo arrojados al aire libre, agravando la situación.
La nueva administración, encabezada por Javier Torres, ha tomado medidas al traer una máquina Caterpillar para comenzar a sepultar la enorme cantidad de residuos acumulados. Sin embargo, el desafío es inmenso, ya que el municipio cuenta con solo cuatro camiones recolectores para una ciudad que genera entre 50 y 70 toneladas diarias de basura.