El centro de Fresnillo enfrenta un grave problema con varios edificios antiguos que, tras las lluvias y la falta de mantenimiento, han comenzado a derrumbarse, representando riesgos para la seguridad de los peatones y un deterioro visible de la imagen urbana.
Entre las estructuras colapsadas se encuentra la finca en la calle García Salinas, cuyas ruinas ocupan toda la banqueta, obligando a los transeúntes a bajar a la calle para pasar. Aunque se han colocado algunas advertencias, vecinos y autoridades locales señalan que estas construcciones representan una amenaza inminente de derrumbe y requieren atención urgente.
Las autoridades locales y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han sido notificados de estos riesgos, sin embargo, la intervención en los edificios afectados es lenta. Además, algunos de estos lugares se han convertido en puntos de acumulación de basura, intensificando el problema.