Fresnillo, Zacatecas | Cada año, cientos de fieles del municipio de Villa de Cos mantienen viva una tradición centenaria al participar en la peregrinación en honor al Santo Niño de Atocha. Durante al menos tres días, los devotos caminan largas distancias con el objetivo de llegar al templo y agradecer los bienes recibidos a lo largo del año.
Entre los peregrinos se encuentran niños, jóvenes y adultos, quienes, pese al cansancio, avanzan con fe y devoción. Para muchos, esta travesía representa una forma de pagar promesas o pedir favores, mientras que otros participan para reforzar su vínculo espiritual con el Santo Niño.
A lo largo del recorrido, se pueden escuchar testimonios de milagros atribuidos a la intercesión del Santo Niño de Atocha. Los creyentes narran experiencias de sanaciones, protección en momentos difíciles y bendiciones para sus familias, lo que refuerza la importancia de esta tradición religiosa.
Con el paso del tiempo, la devoción no solo se mantiene, sino que sigue creciendo entre las nuevas generaciones. Padres y abuelos transmiten esta fe a sus hijos, asegurando que la peregrinación al Santo Niño de Atocha continúe como un símbolo de gratitud, esperanza y unidad para el municipio de Villa de Cos.