En la Unidad Deportiva Solidaridad de Fresnillo, un espacio vital para el deporte y la recreación, los campos de fútbol y áreas circundantes se han convertido en un foco de contaminación.
Botellas, bolsas de plástico, envases de cerveza y hierba seca se acumulan en la zona, a pesar de ser uno de los pocos pulmones verdes de la ciudad. Este descuido no solo afecta la imagen urbana, sino que también genera un impacto negativo en la comunidad y los visitantes.
Aunque el espacio cercado para un proyecto del IMSS parece mantenerse en mejor estado, las áreas abiertas reflejan un problema de abandono tanto por parte de las autoridades como de los propios ciudadanos.
El llamado a la acción es claro: se necesita la colaboración de los habitantes de Fresnillo para evitar que estos espacios se sigan deteriorando. Las autoridades municipales enfrentan el reto de atender una ciudad en crecimiento, pero la responsabilidad también recae en la ciudadanía, que debe comprometerse a cuidar su entorno.
