En Fresnillo, las cosechas de uvas, duraznos y tunas están en pleno apogeo, según Víctor Escobedo, delegado de la Sader en el distrito.
La región ha comenzado a ver tolvas dirigirse hacia la industria y el molino, con la uva de mesa ya siendo bien recibida en los mercados debido a su alta calidad. Aunque la superficie de nopal tunero no es extensa, su producción está aumentando, abasteciendo cada vez más el mercado local.
Lamentablemente, la producción de durazno ha experimentado un descenso significativo, afectada por plagas y condiciones climáticas adversas. Anteriormente, la superficie dedicada al cultivo de durazno alcanzaba hasta 1,000 hectáreas, pero ahora se ha reducido a aproximadamente 350 hectáreas. Las variedades de durazno de ciclo largo casi han desaparecido debido a problemas de manejo y enfermedades. No obstante, hay esfuerzos de diversificación en zonas donde se puede implementar riego auxiliar, como Valparaíso y las áreas de riego de Leobardo Reynoso, para asegurar la producción.