En el corazón de la zona centro de Fresnillo, el Crucero González Ortega se ha convertido en un símbolo de descuido y contaminación.
Desde hace meses, este lugar ha sido un basuerero clandestino donde se acumulan escombros, basura y flora seca, incluyendo restos de una palma que fueron arrojados sin consideración. La situación es tan crítica que el hedor a orines y la presencia de montones de desechos se han vuelto intolerables, afectando la calidad de vida de los habitantes cercanos. Este problema no solo daña la imagen del centro, sino que también representa una seria amenaza para el medio ambiente local, especialmente en un contexto donde las temperaturas extremas ya son un desafío.
Ernesto Vázquez, en su informe para B15 Noticias, subraya la inacción de las autoridades y la falta de responsabilidad comunitaria como principales factores detrás de esta crisis ambiental. A pesar de la clausura de un lote de vivienda en obra negra cercano, el área continúa siendo un punto de acumulación de desechos.