Una de las puertas de los baños en la Central de Abastos, destinada originalmente para facilitar el acceso a personas con discapacidad, finalmente fue abierta este fin de semana. Sin embargo, no fue para atender a usuarios vulnerables, sino para solucionar un problema con la máquina tragamonedas de monedas, cuyo mecanismo falló debido al uso de monedas inapropiadas, algunas con cinta o de origen extranjero.
A pesar de la apertura temporal, las condiciones para las personas con discapacidades siguen siendo inadecuadas. La puerta principal de acceso permanece cerrada, destacando la falta de voluntad para garantizar un entorno accesible. Usuarios vulnerables que acuden a este espacio enfrentan constantes dificultades, dejando en claro que se requiere una acción inmediata para mejorar las instalaciones y ofrecer un servicio digno a todos los visitantes.