Héroes de Cuatro Patas: Los Perros del Ejército que Salvan Vidas y Previenen Desastres - B15 Digital

Héroes de Cuatro Patas: Los Perros del Ejército que Salvan Vidas y Previenen Desastres

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Especial/MAS Comunicación

En medio del silencio que deja una estructura colapsada, un ladrido puede significar esperanza. En el Campo Militar No. 1, el sargento segundo de Policía Militar, Álvaro Arteaga Orozco, lidera la capacitación de los binomios caninos, es decir, un equipo formado por un humano y un perro, ambos capacitados para realizar una tarea específica.

Estos equipos, integrados por un soldado y su perro, están preparados para localizar a personas atrapadas y facilitar su rescate en situaciones de desastre natural o siniestros urbanos.

El entrenamiento, que dura cuatro meses, se lleva a cabo en condiciones que simulan escenarios reales. Con una duración de cuatro meses, el adiestramiento se divide en tres fases: obediencia básica, identificación de aromas humanos y búsqueda avanzada en escenarios que simulan condiciones reales de desastre. 

Los perros —principalmente de la raza belga malinois— son elegidos por su inteligencia, olfato fino y carácter equilibrado. Todos provienen del criadero del Ejército en San Miguel de los Jagüeyes, ubicado a unos 55 kilómetros del Campo Militar No. 1, en Naucalpan de Juárez, ambos en el Estado de México. Ahí comienza su preparación.

“Hay que ganarse su confianza con juego, con paciencia”, explica el sargento Arteaga, quien lleva más de una década formando a estos héroes caninos y quien comenzó en esta labor por amor a los perros.

Durante el proceso de adiestramiento en el Campo de Adiestramiento de la Policía Militar (CAPM) los perros aprenden a distinguir entre distintos tipos de olores, desde cadáveres frescos hasta personas vivas atrapadas bajo los escombros. 

Una vez que encuentran a una víctima, los elementos del Ejército Mexicano intervienen para confirmar el hallazgo y proceder con la extracción médica. El propósito es claro: salvar vidas en el menor tiempo posible.

Cada binomio forma parte de un equipo mayor que, según la misión, incluye un comandante de célula, rescatistas, paramédicos y médicos veterinarios. 

En esta tarea, la conexión emocional entre el manejador y su perro es fundamental para el éxito de la misión. “Trabajar con perros es mi pasión, pero más aún lo es poder ayudar a las personas cuando más lo necesitan”, comenta Arteaga.

El cuidado de los canes es una prioridad. En cada misión, cada binomio utiliza equipo especial como googles para proteger sus ojos, arneses para rescates aéreos y juguetes tipo Kong como premios tras cada ejercicio.

Aunque su labor no siempre es visible, los binomios de búsqueda y rescate son parte esencial del Plan DN-III-E del Ejército Mexicano. Son héroes anónimos, entrenados para llegar donde los humanos no pueden y para dar una segunda oportunidad a quienes la necesitan desesperadamente.

En otra área del campamento, el sargento primero Antonio Jiménez Franco encabeza la instrucción en detección de explosivos. Con 15 años de experiencia, Jiménez ha sido manejador, entrenador e instructor, y asegura que lo que lo mueve es la pasión por los perros y su utilidad social. 

“Cuando el perro marca un punto, nos dice que ahí hay algo que nosotros no podemos ver. Su trabajo es prevención, y eso salva vidas”, explica. 

Durante su adiestramiento, los perros aprenden a detectar hasta seis tipos de sustancias explosivas y por ello, son fundamentales en tareas de seguridad en aeropuertos, terminales y carreteras.

En esta actividad, como en la de búsqueda y rescate, la relación afectiva entre el perro y su manejador fortalece el desempeño, porque el binomio no solo trabaja junto, también vive una conexión de lealtad y respeto mutuo.

Los instructores, todos pertenecientes a la Policía Militar, coinciden en que estos héroes de cuatro patas representan una esperanza silenciosa pero poderosa. Ya sea entre escombros o anticipando tragedias, estos perros forman parte esencial de la seguridad nacional.

Son guardianes invisibles que, gracias a su entrenamiento y a la dedicación de sus instructores, contribuyen a un México más seguro y humano.

-FGA/MAS Comunicación-

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