El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, dedicado a la búsqueda de personas desaparecidas, denunció el hallazgo de tres hornos clandestinos en un predio de la localidad La Estanzuela, perteneciente al municipio de Teuchitlán, Jalisco. Según sus integrantes, el rancho “Izaguirre” era utilizado por la delincuencia organizada para incinerar cuerpos, lo que lo convertiría en un sitio de exterminio.
Durante la jornada de búsqueda y aseguramiento del predio, el colectivo transmitió en vivo los hallazgos, los cuales incluyen piezas dentales, restos óseos, aproximadamente 400 pares de zapatos, ropa y artículos personales. Estos indicios apuntan a que al menos 200 personas podrían haber sido víctimas en este lugar.
Además de los restos humanos, en el sitio fueron encontrados 96 casquillos de diferentes calibres, tres cargadores para armas de fuego y unas esposas de seguridad. También se halló un altar con imágenes de la Santa Muerte, rodeado de veladoras, lo que refuerza la hipótesis de un lugar utilizado por el crimen organizado.
La Fiscalía General del Estado de Jalisco (FGE) identificó restos óseos calcinados ocultos bajo una capa de tierra y una losa de ladrillo dentro del rancho. Según las primeras investigaciones, el lugar estaba presuntamente bajo el control del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En enero de 2025, el rancho fue cateado por autoridades estatales y federales, descubriéndose que era utilizado como campo de entrenamiento. Durante ese operativo, fueron aseguradas 38 personas junto con armamento; sin embargo, posteriormente se determinó que 36 de ellas eran víctimas de reclutamiento forzado.

Asimismo, en septiembre de 2024, se registró un enfrentamiento en el sitio entre fuerzas de seguridad y presuntos delincuentes, lo que derivó en la detención de 10 generadores de violencia y la liberación de tres personas privadas de la libertad.
Ante el reciente hallazgo de los hornos clandestinos, el fiscal general de Jalisco, Salvador González de los Santos, explicó que en operativos anteriores no se detectaron debido a lo extenso del terreno.
“Se hizo una búsqueda en ciertas partes del rancho, se encontraron algunos restos, pero no se pudo procesar todo porque son bastantes hectáreas“, afirmó ante medios de comunicación.

El descubrimiento se logró gracias al trabajo del colectivo Guerreros Buscadores, quienes dieron aviso a las autoridades para que se iniciara el procesamiento del sitio. Según los reportes oficiales, la zona donde se encontraron los hornos clandestinos tiene una extensión de aproximadamente 50 por 100 metros.
Los restos hallados estaban ocultos en el suelo, lo que dificultó su detección en operativos previos. Sin embargo, la Fiscalía aseguró que, a partir de este nuevo aseguramiento, se llevarán a cabo análisis forenses para intentar identificar a las víctimas.
Las autoridades han anunciado que se mantendrá la intervención en el rancho y se realizarán peritajes más exhaustivos para determinar la magnitud del sitio de exterminio. Mientras tanto, las familias de personas desaparecidas continúan exigiendo respuestas y justicia ante la violencia que azota la región.
