El Servicio de Administración Tributaria (SAT) anunció que, desde el 1 de enero de 2025, entrará en vigor un arancel del 19% para productos importados desde países sin un tratado comercial con México. La medida, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), busca fortalecer la fiscalización aduanera y proteger la competitividad de las empresas nacionales, especialmente ante el auge del comercio electrónico internacional.
Entre los países afectados se encuentra China, principal sede de plataformas digitales como Shein, Temu y AliExpress. El SAT indicó que también se incrementarán los controles en las aduanas para evitar prácticas abusivas, esto después de que la Secretaría de Economía señaló irregularidades en la declaración fiscal de algunas mercancías que ingresaban al país.
El nuevo esquema establece que los productos provenientes de países con tratados internacionales tendrán una tasa del 19% si su valor excede 1 dólar hasta 50 dólares. Sin embargo, para bienes importados desde Estados Unidos y Canadá, bajo el marco del T-MEC, se aplicará una tasa reducida del 17% si el valor supera los 50 dólares, pero no excede los 117 dólares. Los productos provenientes de países sin tratados internacionales estarán sujetos a la tasa única del 19%.
Además, el decreto incluye un aumento de aranceles del 35% en productos textiles como vestidos, camisas, mantas y cortinas. Según el SAT, esta medida busca proteger al sector manufacturero nacional y garantizar una competencia justa para las empresas mexicanas frente a los productos importados a bajo costo.
La Secretaría de Economía, encabezada por Marcelo Ebrard, explicó que, anteriormente, ciertos rangos de valor permitían exenciones fiscales que favorecían el ingreso de mercancías sin el pago de derechos correspondientes. Ahora, el gobierno busca cerrar estas brechas regulatorias, asegurando que todas las operaciones cumplan con sus obligaciones fiscales.
Si bien estas acciones podrían generar descontento entre los consumidores y algunos sectores industriales, también representan una oportunidad para fortalecer la economía local. El gobierno espera que estas regulaciones fomenten una mayor formalidad en el comercio internacional y beneficien a las empresas nacionales.
Con estas nuevas disposiciones, México busca equilibrar la balanza comercial y reducir la competencia desleal, impulsando una economía más sólida y justa para todos los actores del mercado.
