Fresnillo, Zacatecas. – La exalcaldesa Rita Quiñones de Luna inauguró el Polideportivo dentro de la Unidad Deportiva Solidaridad un día antes de finalizar su mandato, a pesar de las múltiples irregularidades que presentaba la obra. La inversión total fue de aproximadamente 40 millones de pesos, pero el resultado no cumplió con las expectativas, ya que el espacio deportivo quedó plagado de desperfectos y fallos en su construcción. Entre las deficiencias más graves destacan la falta de drenaje, agua potable y alumbrado público, además de cuarteaduras visibles en toda la infraestructura.
Sergio Octavio Araiza Esparza, exdirector de Obras Públicas, no realizó la supervisión adecuada para garantizar que el Polideportivo cumpliera con los protocolos de construcción básicos.
La actual directora de Obras Públicas, Sandra García Tovar, en entrevista, señaló que el inmueble no podrá ser utilizado por el momento debido a las inconsistencias estructurales y otros problemas que hacen que el lugar no sea seguro para su uso.
Además de los desperfectos en la obra, también surgieron problemas financieros. Se reveló que los constructores encargados del proyecto trabajaron bajo la promesa de que recibirían su pago al concluir la obra. Sin embargo, la nueva administración encontró que muchas de las obras realizadas no estaban autorizadas oficialmente, lo que significa que no hay presupuesto disponible para pagar a los contratistas.
Uno de los constructores afectados afirmó que un alto funcionario de la pasada administración le prometió el pago de su deuda con la condición de que le entregara el 10% de su deuda total por adelantado. A día de hoy, el constructor no ha recibido el pago ni ha recuperado el porcentaje adelantado. Este es solo uno de los muchos casos de deudas que enfrentan los contratistas.
La obra, que prometía ser un importante espacio para el deporte en la comunidad, ha quedado estancada y sin fecha definida para su apertura.
En conclusión, el Polideportivo de la Unidad Deportiva Solidaridad es un reflejo del desorden administrativo y financiero que dejó la gestión de Rita Quiñones de Luna, y actualmente se encuentra en un limbo sin poder ser utilizado.